Diagnóstico Organizacional
Fase 5 Diagnóstico
En esta fase se consolida, organiza y
presenta la información recolectada y analizada en las fases anteriores
evidenciando la interacción entre las variables estudiadas. A partir de la
revisión de todas las fuentes de información se ha llegado a la elaboración del
Diagnóstico del comportamiento organizacional en el área de Selección, reclutamiento
y contratación de GO, alimentada desde entrevistas, análisis de
documentos, grupos focales e instrumentos que nos permiten confirmar dichas teorías,
surge el siguiente modelo preliminar que nos muestra una serie de relaciones de
las conductas.
Encontramos 13
variables con mayor valencia negativa que nos arroja las 3 Variables
principales en las que se debe enfocar nuestro Diagnostico.
La
cultura representa las normas de conducta aceptadas por los miembros de la
organización. Estas normas se transmiten de persona a persona a través del
proceso de socialización, la cultura de una organización describe la parte de
su ambiente interno que incorpora la serie de supuestos, creencias y valores
que comparten los miembros de la organización y que usan para guiar su
funcionamiento (Gutiérrez, 2007), En GO en las áreas de Selección,
Reclutamiento y contratación las verbalizaciones más asiduas frente al tema es
que la concepción del ser humano como máquina en la que el individuo no tiene
importancia ya que lo único que lo tiene es el sentido económico y productivo
en la empresa. En el grupo focal encontramos que una entrevistada dijo “Bueno
me gustaría que GO, como decía mi compañera, viera el empleado como
ese talento y como esa persona que hace crecer y que hace ser a GO lo que es, no como la máquina del operario que está llevando las cosas, que los
niveles jerárquicos” frente a lo que le gustaría que se podría mejor en GO. Además, en la aplicación del instrumento cuantitativo se puede
encontrar que la concepción del ser humano como máquina es percibida por el 75%
de los colaboradores, en donde un 70% considera que el ser humano no es
apreciado como un factor importante en el área. Entonces, a partir de esto, se
puede encontrar que la cultura, específicamente la concepción del ser humano es
de mecanicista y netamente operativa. Además, se percibe una interacción
negativa entre colaboradores y jefes, en donde el 83% de los colaboradores
creen que los jefes no los consideran importantes. La Variable Estructura- Carga Laboral encontramos
que La Carga Laboral “es el conjunto de requerimientos mentales, cognitivos o
intelectuales a los que se ve sometido el trabajador a lo largo de su jornada
laboral, es decir, nivel de actividad mental o de esfuerzo intelectual
necesario para desarrollar el trabajo, va a depender de las exigencias del
trabajo, fundamentalmente de las exigencias mentales de la tarea, y de la
capacidad de respuesta del trabajador” (García & Delgado, 2002). En la
estructura organizacional lo primero que aparece es el organigrama, que es la
representación gráfica de las relaciones de autoridad y el cómo está dividido
el trabajo. Este pone de manifiesto cómo es la jerarquía de autoridad formal y
también la red de comunicación oficial. Otra variable es la división del
trabajo, en donde se especifica en cada nivel el detalle que va manejando. Los
alcances del control se refieren al número de personas que rinden cuentas a un
directivo (Kreitner & Kinick, 1997).
Las
organizaciones vistas como sistemas burocráticos mecanicistas surgen en
principio desde la concepción de Max Weber en el que formó una organización
racionalmente eficiente. Esta burocracia se configura desde la división
detallada del trabajo, la jerarquía de autoridad definida, marcos normativos
claros e impersonalidad administrativa. Sin embargo, con el paso del tiempo
muchas empresas se han vuelto exageradamente burocráticas, convirtiéndose en
rígidas, inflexibles e insensibles de las demandas externas e internas
(Hellriegel & Slocum, 1999). La estructura de GO es de carácter
rígido tradicional, formal-autoritario en la que se impone al colaborador
formas de comportarse y reglas a seguir, acompañado de un organigrama
informativo, general, y de tipo vertical. Se puede apreciar una estructura
tradicional en la que se presenta un diseño de trabajo extenuante para los
colaboradores en el que se refiere a un flujo de trabajo acelerado, no tan
fluido; una constante referencia al enfoque neto al trabajo y resultados sobre
los colaboradores. Los instrumentos
aplicados confirmaron la existencia de definiciones específicas de las labores
de los individuos, además de líneas jerarquías muy sólidas, también apreciadas
en los análisis de documentos. la cultura aparece como una necesidad más que
fundamental que permita el cumplimiento efectivo de sus enfoques, lo económico
y los resultados, dejando de lado la figura del ser humano solo como un
instrumento para alcanzar los objetivos y mantener la producción y no como un
individuo con importancia.
Cada
persona tiene claramente definida sus funciones y estas están distribuidas en
todas las personas, se ha definido desde su organigrama la división del poder
que se ha de llevar, así como las líneas de mando y los tramos cortos de
control que se evidencian, no hay duda sobre quienes están más arriba de otros,
sin embargo, es percibida de manera injusta el uso del poder y autoridad; y
aparece la comunicación que no es oficial como una herramienta usada para
controlar e instruir a los colaboradores, sin embargo esta no es vista como fluida
ni útil por parte de los trabajadores. Existen reglas muy bien definidas, pero
se considera que, si bien todos los colaboradores deben cumplir las reglas, no
todos en la organización las cumplen como debería ser. Se encuentra un enfoque
a los resultados.
La
Justicia distributiva se refiere a la percepción de justicia de los
procedimientos utilizados para tomar decisiones sobre la distribución de los
resultados y beneficios. No haciendo tanto hincapié en la distribución real de
los resultados. Las decisiones de procedimiento se refieren a cómo se evalúan
los niveles de rendimiento, cómo se gestionan las quejas o disputas y cómo los
resultados se distribuyen (Omar, 2006,). En GO la percepción de la
justicia es de carácter netamente negativa, en la que se encuentra que las
personas sienten que no se les tienen en cuenta todo lo que hacen, sino que son
observados por los errores que cometen, Los colaboradores perciben que son
tratados de manera poco justa por parte de los directivos, afirman que las evaluaciones no son justas, y que no existe gratificaciones
cuando se hacen bien las cosas, dando críticas poco constructivas a sus
acciones, enfocándose solamente en lo negativo de las personas, existe un una
percepción que hay ausencia de justicia.
Los
Sistemas de información en GO es otra variable que debe abarcarse,
la comunicación se encuentra como un sentido lineal en el que es usada como
método para transmitir mensajes que son necesarios para cumplir con las
funciones que cada uno tiene. Es por tanto que no aparece la comunicación de
forma unidireccional en la que las opiniones e ideas de los colaboradores no
son tenidas en cuenta, es una necesidad real de las personas en la
organización, en la que consideran que tienen que pensar un poco más en ellos y
que comprendieran que pueden ser buenas ideas para mejorar la compañía. Al
analizar la relación entre la cultura y la comunicación vamos a encontrar que
es de forma típica dicha relación pues las personas no son un elemento clave de
trabajo, sino un individuo que debe hacer lo que le dicen.
Se
reitera una gran ausencia de motivación por parte de la empresa, pues se considera
que es muy importante el factor económico, surge una necesidad indispensable de
recibir gratificación y reconocimiento dentro de GO, en el que se
considera que sus labores son importantes y en el que se vea en su
individualidad y en grupo como un factor del trabajo que realizan. La cultura
es evidente en el sentido de que al ser percibidos como máquinas, como un
número más, la necesidad de humanización es indispensable, para los colaboradores,
ya que es un elemento vital para su formación como seres humanos y para que
tengan motivación a la hora de realizar su trabajo.
El
liderazgo destaca por su ausencia la mayoría de las veces, en donde las
verbalizaciones lo identifican como voceros de las necesidades de la dirección,
es por tanto que no son percibidos por los trabajadores como líderes, sino como
neutrales o inexistentes. Este hecho se liga a la cultura en la manera en que
la organización como tal no considera a las personas con la capacidad de
autonomía y autogestión, sino como una relación de tipo instrumental, para ello
los líderes solo cumplen la función de transmisión de mensajes de la dirección
hacia los colaboradores.
La
satisfacción laboral está altamente relacionada con las recompensas extrínsecas
suministradas por la organización, por lo que los tipos de cultura como la
tradicional y rígida en la que las recompensas son de orden meramente económico
y ningún otro tipo de recompensas son dadas, los índices de satisfacción
laboral tienden a no ser tan positivos (Samaniego, 1998) . Para los colaboradores de selección,
reclutamiento y contratación de GO se
sienten desesperanzados en que las cosas mejoren, se apoyan en las relaciones interpersonales
las cuales surgen como un pilar aparte
debido a la importancia que se expresan en los trabajadores con referencia al
otro como una ayuda, los compañeros de trabajo ayudan a liberar algunas
tensiones, estrés y dificultades que
pueden aparecer en las actividades diarias, surgiendo la relación personal y el
trabajo en equipo como un factor de motivación para ir al trabajo, se destaca
el compromiso organizacional de los colaboradores, urge un sentido de
responsabilidad por los trabajos que están realizando, en el que se busca
siempre hacerlo de la mejor manera, manteniendo una postura ética sobre sus
comportamientos y resultados, sabiendo que cualquier acción tendrá
repercusiones considerables. Los valores se presentan como una guía de la
conducta de los trabajadores, guiándose por el aprender y desarrollarse para
poder rendir a las altas exigencias de la organización.
Referencias
García, O., & Delgado, M. (2002). La carga mental del trabajo.
Madrid: Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
Gutiérrez, E.
(Enero-abril de 2007). Cultura, organizaciones e intervención. Universitas
Psychologica, 6(1), 115-129.
Hellriegel, D., & Slocum, J. (1999). Comportamiento
organizacional. México D.F. : International Thomson Editores.
Kreitner, R., & Kinick, A. (1997). Comportamiento de las
organizaciones. Madrid: McGraw-
Omar, A. (2006). Justicia organizacional, individualismo-colectivismo y
estrés laboral. Psicología y salud, 207-217.
Rodríguez, D. (1999). Diagnóstico Organizacional. México D.F.:
ALFAOMEGA .
Samaniego, C. (1998). Absentismo, rotación y productividad. En C.
Samaniego, Introducción a la psicología del trabajo y las organizaciones
(págs. 247-256). Madrid: Pirámide.
Comentarios
Publicar un comentario