Transculturalidad en las Organizaciones

Transculturalidad.

Ahora bien, entrando más en el ámbito de la vivencia transcultural, vamos a encontrar que la dirección transcultural es el enfoque del estudio del comportamiento de las personas en las diferentes organizaciones a nivel global, en el que se busca formar a las personas para que puedan trabajar con clientes y compañeros de diferentes partes del mundo (Hellriegel & Slocum, 1999).

En una visión que nos ayudaría mucho es el enfoque Hofstede-Bond, que son unas investigaciones culturales de larga data, hechas desde un punto de vista sociológico en el que se referencias a los diferentes países del mundo, haciendo una aproximación a diferentes variables de orden dicotómico, en el que se mide la tendencia para ver si forma de posicionamiento frente al mundo. Estas variables, o dimensiones como son concebidas por Hofstede, son la distancia del poder, que es si existe desigualdad o igualdad frente a los órdenes de poder; el individualismo-colectivismo, esto visto desde los grupos individuales y sociales; masculinidad-feminidad, mostrando la visión de los rasgos de cada uno para ver su posición en la sociedad, siendo esto un enfoque no-feminista, sino de visiones sobre la masculinidad, como la competencia, y la feminidad, como la solidaridad; evitación de inseguridad, en el que se busca observar qué tal ligadas están las personas a las estructuras ‘sólidas’ que las rodean. Y por último la orientación a largo plazo y a corto plazo, en el que se mira cómo la persona construye su vida, si pensando en el mañana o pensando en varios años más adelante (Kreitner & Kinick, 1997).

Pero es claro que esto no se puede dejar así como así, y es por ello que para un mundo globalizado surgen los directivos globales, junto con habilidades globales como: una perspectiva global, intereses culturales, apreciación de las sinergias culturales, adaptabilidad cultural, comunicación y colaboración transcultural (Kreitner & Kinick, 1997).

No obstante este trabajo de los directivos no es cosa fácil ya que tienen que realizar procesos de formación transcultural. Que son experiencias estructuradas para ayudar a la gente a adaptarse a una nueva cultura, debido a que cuando se produce un movimiento como este surgen los choques culturales, en el que predomina la ansiedad y la duda, generado por la sobrecarga de expectativas e indicaciones culturales frente a las que no está habituado (Hellriegel & Slocum, 1999).

La apreciación de la transculturalidad nos abre la puerta a una nueva temática, y es la diversidad y sus formas de gestión. En este punto cada vez más nos vamos acercando al nivel individual junto con un brochazo de ítems grupales y organizacionales, y es que debemos comprender que los tres niveles, individual, grupal y organizacional son independientes y mutuamente incluyentes, por lo que a veces se podrá volver complejo hacer ciertas diferenciaciones y categorizaciones (Kreitner & Kinick, 1997).