El Mecanismo Editorial en Bogotá entre el XIX-XX. Una aproximación historiográfica y editorial a las publicaciones periódicas entre los siglo XIX-XX (1881-1905) en Santa Fe de Bogotá. ( Cap. 2. EL CONTEXTO DE LOS ORÍGENES DE LA EDICIÓN EN BOGOTÁ.)


EL CONTEXTO DE LOS ORÍGENES DE LA EDICIÓN EN BOGOTÁ.



Al libro le convienen más
los amores discretos, constantes, casi secretos.
Gonzalo España
En la investigación de la mecánica editorial en Bogotá en el cambio de siglo es importante entender el momento crucial que vivía el país es esos años en particular, es por ello que es fundamental investigar los procesos que se reflejan en las publicaciones periódicas de esa etapa, fenómeno que no ha sido suficientemente investigado desde la visión editorial. Pero no debemos quedarnos solo en ello, debemos observar la evolución de las publicaciones periódicas en el transcurso de un periodo de tiempo junto con la función de los editores y su participación en el cambio. Sin embargo hasta el presente, las investigaciones se han centrado en gran parte en grupos sectorizados, dejándose de lado la interacción entre las publicaciones de la misma época; dichos enfoques no han entrado de lleno en la parte editorial ni la función misma de los editores y las publicaciones.
En nuestro país las investigaciones relacionadas con las publicaciones periódicas son relativamente escasa y reiterativas en los objetos de estudio, además se reducen considerablemente a medida que retrocedemos en los años.  Es por ello que observar nuestra propuesta puede dar un aire sin pretensiones sobre el proceso editorial que conformará el camino de la actual estructura editorial.

1.1 Archivo editorial: Investigaciones preliminares.

La importancia de entender esta época radica en las implicaciones bélicas combinadas con aspectos sociales y cambios coyunturales en el interior de la comunidad colombiana. Por ello, vamos a realizar una recopilación de los antecedentes que hay sobre nuestro tema investigativo, no solo para entender las visiones que se han creado al respecto sino los aspectos y conclusiones que pueden ser de gran utilidad a la hora de entender las percepciones del proceso editorial.
En primera medida, los resultados que se pueden apreciar alrededor de la prensa decimonónica en Bogotá son en relación a la construcción de política y sociedad a partir del Papel Periódico Ilustrado, quizá uno de los mayores referentes debido a su desarrollo de grabados, crítica y cultura.  
Antes de la época de cambio de siglo, es menester observar otro referente, el Papel Periódico de Santafé de Bogotá. Aun así, también son de ayuda trabajos actuales sobre publicaciones periódicas, ya que nos evidencia la manera en la cual se han venido observando las funciones del editor y de los periódicos no solo en la modernidad, sino que nos permite llevar la visión del presente al pasado, y entender el funcionamiento actual a partir de los resultados dados por el tiempo, una visión en espiral y anacrónica con matices dados por cada época, hito y avance técnico-científico. En definitiva, la apreciación sistémica de la mecánica editorial.
1.1.1        Papeles Ilustrados y Mecánicas Editoriales Primigenias.
Consideré indispensable, al revisar la gran cantidad de documentos en relación al Papel Periódico Ilustrado (Urdaneta, 1975-1979), observar el documento primario a manos de una recopilación por parte de Carvajal Editores, esto debido a que la manera de agrupar, presentar y preservar la información nos puede dar información adicional sobre los modos de investigación; existe una diferencia entre hacer un proyecto con las páginas físicas, las páginas originales y las imágenes escaneadas en una pantalla de computador. Además, el acto mismo de la creación de una Antología conlleva un proceso editorial que debe ser asertivo, pero quizá lo más importante luego del periódico mismo es la presentación del contenido. Cuando Eduardo Santa, de la Academia Colombiana de Historia, nos habla del Papel Periódico Ilustrado como “la más grande y hermosa aventura del periodismo colombiano”, nos da una visión general del periódico, números, tomos y temáticas, además de la amplia y bien nutrida gama de colaboradores en los documentos del PPI. Una “joya bibliográfica” que debe ser investigada.
El porqué se llega a considerar como una joya bibliográfica el trabajo de Urdaneta y sus colaboradores radica en la cantidad de material que generó en su época y que es vigente como fuentes primarias de investigación de un tiempo colmado de tragedias y lapsus memoraes causa de la cantidad de muertes, masacres y destrucción. El Papel Periódico Ilustrado es una muestra vívida del momento en el cual se desarrolló la modernidad en el transcurso de la obscuridad de la sangre. Evidencia de ello es el trabajo de Liborio Zerda titulado El Dorado (Zerda, 2010), documento que recoge las publicaciones en serie de artículos publicados en el Papel Periódico Ilustrado desde su número once en la primera edición de marzo del 82. Durante tres años se publica El dorado, que es un trabajo “histórico, etnográfico y arqueológico sobre los antiguos habitantes de Colombia […]”, una extensa muestra de los mitos, costumbres y leyendas que surfeaban en la cosmología indígena.
Otro de los puntos importantes que se pueden rescatar en las investigaciones decimonónicas en relación a la  carta magna y el sentido de independencia y las postrimerías del siglo XIX. Por ello, Jorge Enrique Gonzáles realiza una colección de comisión de bicentenario llamada La independecia de Colombia en el Papel Periódico Ilustrado, 1881-1888.
En primera medida se realiza una extensa revisión bibliográfica a la visión de una crítica literaria y artículos relacionados con la independencia de Colombia y de historia patria, añadiendo además grabados relacionados con la misma temática, especialmente los dados por las xilografías del producto editorial de Alberto Urdaneta. Toma, además, la relevancia del Papel Periódico Ilustrado en su sentido de importancia de escritura histórica y concepción de la memoria en relación con el valor del verso y la prosa en la historia de las comunidades y avanza hasta el desarrollo de las instituciones académicas y el proceso social por el cual se crearon.
Durante el trabajo se resalta la importancia de comprender el significado “del cúmulo de evidencias que dan testimonio de la crisis de la memoria”. Gonzáles toma el papel de ilustrado y realiza, mediante el uso de poemas, análisis historiográficos y literarios donde se busca exaltar las Condiciones heroicas de la narración del pasado desde la visión del hombre que toma las armas y decide ir a la guerra y el hombre que trabaja detrás de las armas estatistas y crea un orden legislativo. Pero el estudio literario no se detiene meramente en las palabras empleadas, sino que radica también en la manera en la cual se da la información en el Papel Periódico Ilustrado, lugar donde la jerarquización realiza la muestra de importancia de los temas a tratar.
En este mismo sentido, podemos encontrar el trabajo de Alexandra Mesa, Una nación pintada, la representación del pueblo en los grabados del Papel Periódico Ilustrado 1881-1888, el cual se desarrolla con la premisa de la búsqueda de entender el espacio cultural desarrollado en los años de funcionamiento del periódico observando en primera instancia lo concerniente al periódico mismo, su director, la manera en la cual se desarrollaba la comunidad impresa y el medio en el que se desenvolvía. Luego realiza una incursión en la imagen del pueblo, en la gráfica del periódico buscando entender los hitos, los individuos lectores y los hombres ilustres. Desde las representaciones pictóricas busca evidenciar como se perciben las clases populares desde la élite intelectual, quienes proponen un espacio cultural y en el proyecto estatal los valores morales y culturales de la nación, buscando también acercarnos a la sutil y compleja red de signos que se forman en la conciencia subjetiva y colectiva. Empero, la autora también recalca que “estos grabados no dan un testimonio de un proceso histórico objetivo y que la narrativa que encierra es fragmentaria” (Mesa, 2007, p. 12), aunque a su vez nos presenta una clara evidencia de la manera en la cual la élite política e intelectual se representa y manifiesta a los demás individuos de la sociedad. Se puede apreciar que el objetivo primordial del estudio es enfocarse en las representaciones particulares de los tipos populares y de costumbres a partir de los grabados y el contenido escrito desde el discurso de la ilustración informativa. La autora también da gran relevancia al análisis de las configuraciones de la cultura política nacional, la creación de una imagen de ciudadano, las representaciones del territorio y de la identidad y la construcción de una comunidad imaginada.
Mientas avanzamos en las investigaciones, el trabajo de Pini de Lápidus, publicado en El Espectador en 1988, titulado La gráfica colombiana en el siglo XX nos hace una revisión grosso modo del nacimiento y desarrollo de la imagen, por tanto, comienza a relatarnos la importancia del Papel Periódico Ilustrado de Alberto Urdaneta, publicado en agosto de 1881. Urdaneta, con la ayuda de un grabador español llamado Antonio Rodríguez desarrolla el Taller de Grabado donde la xilografía jugaba un papel fundamental. Pero la muerte de Urdaneta reduce la cantidad y calidad de los productos generando que no se diese mayor continuidad a un huérfano de padre.  Con el paso de los años los artistas veían en los periódicos poca importancia para desarrollar sus trabajos ya que en los productos editoriales se produjo el cambio del trabajo artístico estético a la impronta publicitaria. El autor nos desarrolla todo el proceso de contrapoder y arte durante el siglo XX hasta llegar a las obras bidimensionales de los 80.
En la misma línea de investigación podemos encontrar el artículo titulado La función estética de las publicaciones ilustradas en Bogotá a finales del siglo XIX de Alexandra Martínez. Su trabajo se centra en especial en dos publicaciones canónicas en el campo estético a finales del siglo XIX en Bogotá, El Papel Periódico Ilustrado y la Revista Ilustrada; en él busca reflexionar en primera medida sobre los espacios para la construcción del gusto enfocada en el contexto político, religioso y cultural, vislumbrando los procesos de formalización de la cultura especializada y la crítica artística. En su desarrollo la autora se preocupa por aclarar todas las temáticas dadas por cada una de las publicaciones elegidas. En su trabajo se evidencia la preocupación por ver la manera en la que la ilustración gráfica cultiva el gusto estético en el público, para observar luego como fomentó el desarrollo de las artes gráficas, entendiendo también el canon estético que definía los límites de la experiencia configurada. A su vez, la referencia a los procesos sociales toma gran relevancia para el entendimiento de la ilustración gráfica y su forma de convergencia en prácticas orientadas a la formación de críticos, y en especial, a la formación de artistas. Artistas que se organizan a partir de los procesos de profesionalización del canon estético academicista. Sin embargo, también se concede gran importancia en la noción de gusto que se mueve alrededor de las publicaciones decimonónicas “estimular una serie de prácticas artísticas, de sociabilidad, y moda”, esto como un proceso de sentido social e histórico que “son elementos contribuyentes al programa de progreso y civilización”. (Pini de Lápidus, 1998, 4 de enero, p. 3)
Otro trabajo que se puede rescatar alrededor de los periódicos y de la apreciación de la mecánica editorial de los mismos es el de Harold Martínez, titulado El Periodismo ideológico de Uribe Uribe, trabajo que versa sobre Rafael Uribe Uribe y la ideología liberal, la convicción guerrerista que lo destacó entre los que eran oposición, lo cual generó su posición en el poder partidista. Un liberalismo popular que participó, a la mano de su periodismo; Socialismo de Estado que dio nueva fuerza ideológica, derrotada en su mayoría en la guerra de los Mil Días. El autor evidencia la importancia del hombre como poder de movimiento en el desarrollo de los círculos editoriales y políticos de la época, lo que generaba que sus publicaciones (El Trabajo, El Autonomista y El Liberal) y artículos se enfocasen en un liberalismo férreo en los treinta años de su actividad periodística. Para el autor es menester recalcar la función de Uribe como sociólogo y como progresista a nivel latinoamericano. En este punto se da muestra del contrapoder que se estaba ejerciendo por parte del ideólogo contra las figuras de poder, los cuales siempre querían aplastar a sus contrarios. Sin embargo, el autor también nos muestra una faceta de Uribe en la cual podemos observar a un hombre siempre encaminado hacia la mejora del país, lo cual nos permite ver cómo un periodista toma la función de crítico estatista. Grosso modo, el libro nos permite ver en primera mitad un amplio contexto social, político y metodológico de la prensa y las ideologías en Colombia y el mundo, para luego hacernos presentación de las funciones que acrecentaba el director, editor y todero.
1.1.2 Publicaciones en el Siglo XVIII
Muchos también son los trabajos que surgen alrededor de la temática de las publicaciones periódicas, principalmente del primer papel periódico que surgió con la concepción de periodicidad. En ello, Nathalie de la Cuadra Núñez nos presenta El texto literario en el Papel Periódico de Santa Fé de Bogotá: Una aproximación a la literatura como difusora del pensamiento ilustrado.
En él la autora se enfoca en las publicaciones que se hacen eco en el Papel Periódico y busca enfocarse en la introducción de la literatura para difundir el pensamiento ilustrado que se encamina en el proyecto de Nación, además de la reforma relacionada con la educación del ciudadano para formarlo como hombre intelectual al servicio de la sociedad y el Estado.
Junto con la introducción de la literatura en los productos editoriales, se entiende como el mejor medio para que los habitantes se eduquen bajo un “establecimiento patriótico dentro de una Ciudad Ilustrada”. El recorrido por el cual la autora nos lleva comienza con la vida del fundador del periódico (Manuel del Socorro Rodríguez), pasando luego a la temática de la ilustración, los inicios de su ideología y las influencias que tuvieron en uno y otro país para el establecimiento de un nuevo pensamiento que va surgiendo en parte del continente europeo y luego en el americano. En un segundo camino, la investigación se centra en mostrar la influencia que tuvo el periódico en la sociedad santafereña en cuanto a la reforma cultural y social. Para ello se dedica un análisis de los escritos literarios que el Papel Periódico presenta al público con el fin de demostrar la función primordial que cumplió la literatura dentro de las publicaciones en el proyecto de reforma y difusión del pensamiento ilustrado y la reforma social del Nuevo Reino de Granada. La autora llega a la conclusión de que la literatura es la figura principal dentro del periódico mismo y dentro del proyecto de reforma que tenía Manuel del Socorro Rodríguez[1], “ya que no solo se busca difundir el pensamiento ilustrado por medio de la literatura, sino que también se quiere difundir la literatura misma como elemento importante para la formación de una nación ilustrada.” (Cuadra N, 2009, p. 9)
Otro acercamiento que podemos apreciar es el de Guillermo Vera Pardo en su artículo El editor y las colaboraciones, un acercamiento a las relaciones entre los lectores y el Papel Periódico de Santafé en 1791. En su trabajo el principal objetivo es un seguimiento al espíritu de la época del editor, enfocándose en la presentación que realiza Rodríguez a los neogranadinos en su primer impreso y el posible contenido que se trabajará. Un seguimiento a los retos que determina el editor, y el papel que va a cumplir el periódico al “convertirse en puente de comunicación entre la capital y las provincias”. Además, un acercamiento a los asuntos que tratará el periódico en relación con una sociedad ilustrada. En estos asuntos realiza una extensa muestra de la relación de los editores con los lectores de sus periódicos y los colaboradores. En este sentido, las cartas enviadas al editor como muestra de crítica, aceptación o comentarios eran constantemente bienvenidas y contestadas siempre y cuando siguieran las normas de la decencia y la pulcritud. En los contenidos analizados, la parte literaria toma gran fuerza, debido a que, según la autora, se convierten en el nuevo núcleo sobre el que gira el periódico. A las conclusiones que la investigadora llega es la importancia de la participación entre el editor y los documentos enviados por los lectores, los cuales se manifiestan abundantemente en el primer año y la manera en que esta relación generó con fuerza cambios de los contenidos que se exponían. En segunda medida, los postulados por el editor no solo sumergieron al periódico en un esquema sino que puso en disposición una serie de dispositivos que le permitieron excluir, incluir o retardar las participaciones de los contribuyentes literarios.
Otras investigaciones se han centrado en el papel de la revolución y la prensa durante el siglo XVIII, XIX y XX, desde esta temática, Renán Silva publicó en 2004 un trabajo llamado Prensa y revolución a finales del siglo XVIII, Contribución a un análisis de la formación de la ideología de independencia nacional. En su trabajo se busca hacer un acercamiento a las principales temáticas que se abordaron durante el periodo seleccionado, por tanto en primera instancia evidencia la aparición del Papel, esta visión nos permite entrar a ver el papel periódico como un acontecimiento cultural que tenía relevancia en los círculos sociales en los que se desenvolvía, así mismo nos expone el tipo de relación que existía entre las publicaciones periódicas y sus lectores, especialmente los de la capital y las provincias aledañas, pero no se detiene en ellas, ya que nos expone las Condiciones sociales de los suscriptores, resultados que determinan  que la gran mayoría de los abonados de los principales periódicos habitaban en las provincias aledañas a la capital. Luego realiza una introducción a la economía en la que destaca la agricultura, las artesanías, el comercio y el tipo de población que no solo se relacionaba con la economía sino con los papeles en sí. La sociedad juega un papel importante en la configuración de la noción de nobleza y la manera en la cual los periódicos configuraban la jerarquización de la época.
El autor llega a la conclusión de que las influencias sociales, económicas, políticas y la misma organización interna de los periódicos generan una manera particular de la concepción de la ideología en las revoluciones y las guerras.
1.1.3 Otros Medios
Quizá uno de los trabajos más importantes que podremos encontrar durante la investigación sea el de Nelson Castellano llamado “Impresores, empresarios o políticos: La imprenta de Echeverría hermanos en Bogotá 1851-1892”.
Su trabajo versa sobre la incógnita de su racionalidad económica basándose en el marco social y político. En su trabajo se hace un repaso a las investigaciones sobre la prensa decimonónica en el ámbito político. Luego trabaja la imprenta como tal, revisando sus relaciones con el estado y con el gremio. Realiza una lectura de contenidos y de la correspondencia administrativa para responder a las cuestiones comerciales que fueron vividas. Es de vital importancia el análisis de la vida de la imprenta bogotana durante la segunda mitad del siglo XIX. Su trabajo nos responde a las preguntas del funcionamiento operativo interno de la imprenta, las cuales eran principalmente de funcionamiento privado.
Trabaja además la aparición de la burguesía en el contexto social y su influencia en el desarrollo de la imprenta, en la cual se basaban como escenario para el debate ideológico. La cuestión que delinea todo el escrito es sobre los impresores en su doble función, artesanos y artistas. Su investigación repasa los principales inconvenientes que llega a tener la imprenta a  nivel económico debido al tipo de material que se publica y las leyes sobre la censura y libertad de expresión, hecho que genera un problema en la empresa y la estadía de los impresores en el país, hecho que generó la búsqueda de compradores de la imprenta por las presiones externas. Además de ello realiza una amplia historiografía sobre principios de medio siglo XIX y los problemas metodológicos de los impresores. En definitiva, su trabajo desarrolla los presupuestos empresariales que organizaban una imprenta durante la segunda mitad del siglo XIX.
En las investigaciones que se realizan sobre los periódicos y sus contenidos, la guerra, los conflictos y confrontaciones toman un papel importante, por ello Leandro Sequeiros Córdoba propone ¿Puede el periódico educar una sensibilidad solidaria?, trabajo en el cual desarrolla la concepción de solidaridad aplicada a los medios de comunicación social.
En él define que la palabra solidaridad ha sido aplicada de manera abusiva por parte de la prensa escrita, hecho que genera una falsa cultura solidaria, que identifica la solidaridad con la beneficencia, con la lastima, con el indigente y con el sentimentalismo. Luego de desarrollar las concepciones de los medios de comunicación sobre los sentidos de significación que generan decide buscar la manera de incentivar la educación en los valores junto con un contexto de la realidad. Valores que define como proyectos globales de vida.
Para lo anterior el autor hace un repaso de los medios de comunicación españoles en los últimos 30 años, donde contextualiza al mundo, a su país y la educación, todo esto alineado con el desarrollo de la prensa en el mismo periodo de tiempo. Su análisis se enfoca también en la prensa y la publicidad usada para luego dar propuestas de cambio de las susodichas.
La importancia de los periódicos comienza a tomar fuerza a medida en que las facciones de poder político encuentran en ellos una manera de expresión de gran amplitud y acogida, este hecho fue evolucionando hasta llegar a considerarse como un sistema poderoso aun cuando le ha tocado enfrentarse a la televisión o la web. Es por ello que centenas son los resultados que hayamos sobre recopilación de periódicos en la actualidad, para ello podemos ver brevemente el trabajo del Sistema de Comunicaciones Universidad de Antioquia llamado 10 años de noticias, opiniones y análisis con el sello Universidad de Antioquia. Un libro con la única excusa de evocar los mejores momentos que ayudaron a construir la historia de la UA. Comenzando como mensuario tabloide. La cuestión que trata de abordar el trabajo es sobre la muerte del periódico que se habla desde su mismo nacimiento.
1.1.4 Análisis de Contenido en Periódicos
En los análisis de contenido y desarrollo monográfico, los acercamientos suelen ser más hacia nuestro siglo, tal es el caso de Análisis de las representaciones sociales de género femenino en el periódico El Tiempo del año 1950 al 2000 escrito por Maritere Herrera y Sandra García. En él buscan observar como los medios masivos de comunicación son trascendentales entre los jóvenes a la hora de tomar posiciones concretas frente a temas políticos, sociales y religiosos. En su análisis se enfoca el lenguaje como instrumento persuasivo dentro de la sociedad, utilizado desde la publicidad para diferentes fines. Por ello realizaron un análisis de 50 publicidades en los ejemplares durante los 50 años buscando rasgos semánticos en el rol que las mujeres jugaban en la composición visual y escrita junto con los estereotipos promovidos como único ideal a seguir. Las autoras llegaron a la conclusión de que las representaciones sociales de género femenino que se muestran en la publicidad se ven influenciadas por el contexto social de cada época, desde su propia visión hasta los papeles que les eran permitidos desarrollar.
En la misma línea del periódico El Tiempo podemos encontrar un análisis de contenido en relación al Enmarcamiento en opinión sobre el conflicto y la paz en Colombia en lectores y no lectores del periódico El Tiempo, escrito por Diana Marcela López. En su trabajo desarrolla los factores del conflicto en Colombia en los cuales las causas históricas estructurales entran en primera medida en su problemática, combinadas con los medios de comunicación como mediadores de la comprensión, llegando a ser movilizadores de diversos ideales y movimientos sociales. En este acercamiento el autor decide las vivencias personales, las situaciones de las personas cercanas, los rumores, las percepciones de los círculos sociales más cercanos, acceso a la academia y los medios de comunicaciones, medios que son mediadores de significados que se enfocan en la construcción que hace el público sobre la realidad a través de señales que viven dentro de la información y que indican como conectarla con ideas previas. Más adelante se realiza una contextualización reciente del conflicto en Colombia, describiendo los aspectos que establecieron pautas relevantes en su desarrollo. Interesante trabajo que se enmarca en los propósitos de una historia de la vida cotidiana.
Otro trabajo que debemos ver, al estar relacionado con los desarrollos de contenido en periódicos es el de Marycell Araque Herrera, llamado Análisis de contenido del periódico Verdad. En su trabajo se centra en primera medida en el surgimiento de grupos de presión que tienen como función movilizar la opinión pública, principalmente el Movimiento Feminista Colombiano. Siguiendo esta cuestión se realiza una contextualización teórica sobre movimientos similares en América Latina y América Central. El objetivo es comprender la evolución histórica sobre las investigaciones alrededor del feminismo, hecho para el cual realiza un bagaje investigativo bastante amplio. Partiendo de ello se realiza una descripción sobre el proceso de la mujer y su participación. Junto a esto se realiza un trabajo de análisis de los contenidos temáticos de los años cincuenta relacionándolo con el contexto político, económico y cultural. El trabajo concluye de manera sistemática y estadística con relación a los artículos publicados y su contenido, siendo así un análisis de contenido y extracto numérico estadístico de información.
Para cerrar debemos revisar el trabajo de  Marcela Quintero, llamado Al rescate del relator, historia de un periódico liberal en Cali, 1916-1960. El objetivo principal del trabajo es rescatar la historia de un periódico a través de una lectura que muestre los aspectos más importantes de un diario regional, esto por medio de una selección de sus contenidos, para evidenciar un proyecto periodístico familiar, un interés partidista y un aspecto del proceso de modernización.  De esta manera se toma el periódico como objeto de estudio y sus relaciones con los rasgos más sobresalientes tanto del sistema político como económico, del periodo trabajado; fueron tomadas tres categorías de información. 1. Datos generales. 2. Personal. 3. Diagnóstico del periódico. En primera medida se evidenciaron todos los datos generales sobre la publicación, un segundo énfasis en la región para conocer su contexto de forma más detallada sobre la manera y el medio en el cual el papel periódico se desarrollaba. Y por último el nivel económico se evidenció a través de la llegada de dos elementos modernizadores. El tercero se enfocó en los últimos años del relator para entender por qué la publicación llegó a su final. Varios acontecimientos jugaron un papel determinante en su declive. El trabajo es, en conclusión, una propuesta de lectura y un ejercicio descriptivo que tiene como objetivo introducir un caso de estudio en el esfuerzo por rescatar la prensa regional de la primera mitad del siglo XX en Colombia.
En conclusión podemos evidenciar que los trabajos desarrollados alrededor de las publicaciones periódicas poseen características generales a los objetivos que nos proponemos en nuestro breve escrito sobre la mecánica editorial, sin embargo ninguno de ellos se enfoca directamente en los aspectos como tal, evidenciando o al lector o al análisis de contenido o a la función histórica, hecho que intentaremos mejorar mediante un esfuerzo de letras sin mayores pretensiones que las de llenar un espacio vacío.

1.2 Panfletos explicativos: Base teórica. 

Otro aspecto que debemos tener en cuenta durante la revisión de la mecánica editorial está en realizar un breve recorrido sobre la temática de la Escuela de los Annales, pero no toda ella solo a las partes que en consideración pueden llegar a ser de ayuda en referente a nuestra temática historiográfica que nos permitirá hacer una buena simbiosis entre el contexto y la realidad que se desarrollaba en la mecánica editorial.
1.2.1 En Busca de un Enfoque
Pero ¿Qué es la Escuela de los Annales? Simple, es una corriente histórica francesa, y publicación escrita, que es fundada en 1929 por Lucien Febvre y Marc Bloch, además de complementarse con Aries, Duby, Stone, Benjamin, Braudel, Dosse o Le Goff. Nuestro trabajo tiene como objetivo una visión, que es presente, sobre un acontecimiento pasado, es por ello que trabajar con Annales nos permite ir más allá de la búsqueda de objetividad, nos permite hacer un acercamiento a un desarrollo específico partiendo del investigador y sus intenciones. Annales nos da una herramienta  que la separa de la historiografía clásica para llegar a un concepto globalizante de la temática.
La principal premisa que tenemos que tener en mente es que Annales se opone al positivismo que privilegia el hecho sobre la experiencia.  Ya no es solo importante ver el acontecimiento, el hito, se debe poder apreciar también la manera en que este hecho fue vivido por los individuos, y como los individuos afectaron la consecución del hito. Annales se centra en el objeto con una cuidadosa reflexión, ya que el objeto que ha vivido la experiencia se desarrolla en el metalenguaje de una época. En su trabajo por la historia Annales privilegia la historia de las multitudes, no es dejar de lado la historia económica y estadística, sino combina los números con lo social, con los individuos (Acevedo, 2004). El gran aporte de los Annales a la historiografía se da en que no es una rama estática, es flexible, cambia porque todo a su alrededor cambia, los hombres y las cosas no son estructuras rígidas, por tanto la historia no puede quedarse en un solo enfoque; así como cambian las publicaciones, los artículos, las pretensiones, así la historiografía se mueve en un mundo que se va adaptando a las necesidades y los avances.


1.2.2 La historia según Annales
La historia busca el pasado y en el pasado busca su objeto, pero el tiempo es una masa de hechos menudos, unos brillantes, otros opacos y sumamente repetidos. Sin embargo esta aglomeración de hechos no es toda la realidad o una verdad absoluta, es solo aquello que podemos ver de algo que no hemos presenciado con nuestros ojos.
Es por ello que miramos el pasado, siempre que hacemos historia buscamos encontrar entre los datos ese tiempo corto que es tan caprichoso (Braudel, 1968). La historia debe verse en su capacidad cíclica y lenta, verse como una totalidad que puede volverse a pensar a partir de infraestructura y movilidad, todo gira en torno a ella. La historia es la constante, no es solamente lo diferente, lo particular o lo nuevo, lo nuevo se desenvuelve en lo repetido, en hechos recurrentes, en las realidades conscientes e inconscientes.
Un ejemplo de la historia inconsciente la podemos hallar en las ilustraciones o grabados, estos como representaciones de una vida histórica en la que el artista trabaja sin pensar en la fundamentación documental de su obra –evitando generalizaciones. Es por ello que la historia nos permite una circularidad, lo que ha pasado antes se debe ver y entender para poder comprender el presente, se homologa, no se copia. Los hechos, la combinación de lo repetido con lo inédito es la ciencia de cuyo conjunto se constituye la vida colectiva de los hombres y las experiencias. Repeticiones y comparaciones por un lado, duración y dinamismo por el otro, son aprehensiones de lo real (Braudel, 1968).
Repetición, regularidad, multitud, un todo que se enfoca para la construcción fértil del contexto, de la experiencia y del individuo. En ello la historia se centra en lo social como una manera de considerar los aspectos del hombre y de los grupos humanos en su vida común, en su aislamiento. Para ello la historia debe centrarse en los fenómenos universales, fenómenos sujetos a repeticiones, pero fenómenos que nunca se repetirán igual. El porqué reiteramos tanto esto se debe a que la historia de Annales se basa en ello, en encontrar lo reiterativo, y  a su vez lo que sea concerniente al hombre, su experiencia y cambio (Braudel, 1968). La historia es la ciencia del cambio, la ciencia de las diferencias, las ciencias del hombre. Como nos lo decía Fustel de Coulanges: “La historia no es la acumulación de los acontecimientos de todo tipo que se han producido en el pasado. La historia es la ciencia de las sociedades.” Es por ello que para entender el pasado y conocer el presente debemos, antes que nada, girar la cabeza. Pero girarla sabiendo que queremos encontrar, ya que en esa mirada un mar de memoria colectiva aparecerá y nos perderemos en olas y olas de información.
 Todo trabajo histórico descompone el tiempo pasado, hace una revisión, elige entre las realidades cronológicas basándose en sus necesidades y principios más o menos conscientes. Empero no debemos olvidar que la historia es por los hombres y de los hombres, ergo la historia como hombre se puede desarrollar de manera consciente o inconsciente. Es por ello que el enfoque de la historia, en su inconsciente, se desarrolla más allá del resplandor de los acontecimientos, busca hacer un real acercamiento al inconsciente social para ver el surgimiento de las experiencias y los hitos de una manera diferente, de lo reiterativo que se convierte en historia aún sin querer serlo. La historia es, en definitiva, psicología, el nacimiento y desarrollo de la psique. Debemos ver la historia como un individuo que será sometido a una regresión psicoanalítica, el paciente nos revela información por montones, pero el psicólogo –en nuestro caso, el historiador- debe seleccionar la información que es necesaria para dar respuesta a una pregunta o preguntas particulares. Y de esta misma manera se debe entender la mecánica editorial, un editor que se fundamenta en la elección de materiales que se entregan a una parte particular del mundo para ser entendido, leído y criticado. Un proceso que genera la formación de ideologías y cambios de mentalidad, crean, modifican y adjudican diferentes formas de pensar.
Planes mentales que se conectan profundamente con la historia social. La historia pretende reconstruir una imagen mental de las relaciones culturales y colectivas para realizar con fin último las formas ideales con la realidad vivida. Para ello no se deben ver solamente los documentos y sus aspectos político económicos, debemos ver más en ellos, enfocarse en encontrar ritos, creencias o mitos que den muestra de lo que ocurría en la sociedad rememorada, las costumbres que evidencian lo que los individuos desarrollaban en las entrañas de lo común, consciente o inconsciente, son todos aspectos de una psicología colectiva que determinan los comportamientos individuales y en función de los cuales se ordenan las relaciones sociales. Conexiones entre los individuos, las instituciones, las infraestructuras y los documentos que nos formarán la memoria. Memoria que es una de las materias primas en la investigación historiográfica del pasado y su identidad, es un mirar románticamente la historia sin renunciar a la ciencia (Acevedo, 2004). Se busca es el tipo de conexiones que en la mecánica editorial se pueden llegar a encontrar en un desarrollo sistémico del proceso mismo en el que el lector, el editor y el medio se complementan y fundamentan.
La historia es la dialéctica de la duración y el hombre, mediante ella, realiza el estudio de lo social, de todo lo social, y por consiguiente, es el estudio del pasado, pero el pasado no está sujeto a un tiempo particular, sino a uno global, por ello es el estudio del presente, uno y otro separables. Lucien Febvre lo había dicho, y repetido en los últimos diez años de su vida: “La historia, ciencia del pasado, ciencia del presente”.
Otro de los aspectos que trae Annales es la observación mediante la geografía histórica, la cual es un tipo de investigación que se centra en la geografía humana y  física del pasado. En ella se puede apreciar el estudio de la sociedad por y en el espacio. El contexto combinado con el individuo será una herramienta muy importante en la búsqueda del individuo y su desarrollo en los hitos e ideología[2] misma. El área cultural depende de la geografía, es una disposición determinante en la función de la construcción de pensamientos y de consciente e inconsciente de las masas, un cuestionamiento entre lo continuo y lo discontinuo en un espacio determinado. Algunos aspectos que pueden llegar a ser determinantes en el desarrollo sociohistórico podrían ser (cualquiera que sea el desarrollo geográfico va a tener una respuesta en los resultados, todo determina de una manera junto con los individuos que en él aparecen, pero algunos aspectos pueden ser más específicos y únicos que otros) los resultados de población frente a la subpoblación en un territorio determinado, la calidad de la tierra, o por ejemplo la necesidad de una guerra larga para un impulso demográfico (Braudel, 1991). Sin embargo los estudios no deben quedarse solamente en los qué de la geografía, deben hacerse una búsqueda de los porqués, y es solo mediante la convergencia de todos los aspectos que comprendan al hombre que pueden llegar a dar respuesta a estos interrogantes (Stone, 1981, septiembre).
La dialéctica de la comunicación y de la historia nos da la vida de los hombres como la sustancia del pasado junto con el espesor de la vida social actual. Una historia de los sentimientos, de las experiencias, de lo vivido por los individuos. Esta historia se integra en el estudio global de una civilización y no pretende arrancarla de sus raíces como a un objeto fuera de sus cimientos, como a un objeto sacado de su contexto en grandes generalizaciones diacrónicas o referentes a la naturaleza humana. Dosse ya nos lo exponía definiendo al sujeto partícipe en el desarrollo inconsciente de esa historia que se busca con ahínco en una gran masa. “El individuo no es nada más que lo su época y su medio social permite que sea”. Y en el individuo su mundo, su contexto del cual lo inconsciente y lo mental hacen parte, lo que realmente prevalece es el universo mental, es el lugar donde se reúnen las aspiraciones y metas individuales y colectivas, es donde converge la masa y el sujeto, y donde ambos crean nuevas metas.
Otra de las características fundamentales del trabajo de la historiografía de Annales es el enfoque narrativo histórico; este se fundamenta en la descripción más que en lo analítico, pero sin dejarlo de lado, y en que su foco central se dirige en gran medida al hombre y un poco menos a las circunstancias. Sin embargo ningún historiador narrativo abandona el análisis, sino se realiza en un tipo de secuencia en la que la descripción del individuo en el contexto determina los puntos a observar. Las circunstancias son importante, tanto como la geografía y las estructuras, pero la experiencia que se vive por parte de los individuos o la masa en esas circunstancias o hitos cobra mayor fuerza. Louis Halphen nos evidencia la formación de este tipo de historia con las fuentes que se usan – fuentes que hemos mencionado antes- : “Es suficiente dejarse llevar de alguna manera por los documentos, leídos uno tras otro, tal como se nos presentan, para ver la cadena de hechos reconstruirse casi automáticamente.”
La historiografía se caracteriza por tres aspectos,  la coyuntura histórica, la coyuntura económica y coyuntura social. Estos aspectos determinan una convergencia entre el individuo y las experiencias vividas, todas estas caracterizadas por la mutación y las variables que definen el tiempo pasado, tiempo que tienen unas características especiales como la discontinuidad social, que se caracteriza por esas mutaciones sobre lo básico y la estructura, lo conocido antes que nosotros no es sinónimo de infinito, todo puede derrumbarse. Otra de las características es la autoderterminación de los actores principales, de los hombres y la masa. La historia es concreta, es pluridimensional, tal como lo dirá Georges Gurvitch. La historia también muta en su velocidad, los acontecimientos son lentos o rápidos, cada actualidad reúne movimientos de origen, de ritmos diferentes, el tiempo de hoy remonta a la vez al ayer, anteayer y antaño.
La historia no es fija, no se hace con una sola fuente, no se desarrolla con documentos oficiales – o por lo menos no toda ella-, se necesitan todo tipo de medios para llegar a las vivencias y a la formación de hitos. Según Febvre “la historia no se hace con textos”. La historia es la ciencia del hombre, la ciencia de los hechos, la ciencia de los hitos. Ver el pasado requiere de nuestra visión, visión que se encuentra en el presente, y como investigadores vemos con nuestro propio filtro las cosas que queremos encontrar, conocer e interpretar. Los historiadores reúnen los hechos que consideran importante, los escoge bien, le da importancia real, la explica a fondo y de verdad. Los historiadores toman el pasado y los hechos, y vive a través de ellos; si bien los historiadores nunca han vivido la historia que quieren explicar, si entran a vivir esa vida desde el presente, creando así la convergencia entre sus convicciones y las que estudian.
Ciencia de los hombres, de los hombres en su desarrollo en el tiempo. Un tiempo que es el cambio continuo, pero que es perpetuo, el tiempo nunca desaparecerá. La historia se interesa en todo lo que afecta al género de la vida, el comportamiento individual o colectivo, las reacciones sensoriales de los hombres. Con todo lo que siendo del hombre depende del hombre, sirve al hombre, expresa al hombre, significa la presencia, la actividad, los gustos y las formas de ser del hombre, las prácticas colectivas, simbólicas, las representaciones mentales conscientes o inconscientes de los diversos grupos sociales, las lógicas internas de lo cotidiano, de las representaciones colectivas no conscientes, de las Condiciones  de la producción cultural, de los fenómenos mentales en su articulación en la vida social y de los grupos sociales. Todo esto es la historia, es el hombre, y el historiador organiza esos hechos, los distribuye en función del presente, eso es lo que podría denominarse la verdadera función de la historia (Dosse, 1988). En analogía a un editor y su proyecto editorial, este selecciona lo que cree que debe ser presentado, lo distribuye, lo organiza jerárquicamente y determina lo que va a llegar a gran cantidad de público.
1.2.3 Extra – Extra: El Acontecimiento en la Historia
Pero la historia no se queda en esa función general, se centra también en los acontecimientos, en las migajas, tal como Dosse categoriza: “Lo importante es que la historia no considere un acontecimiento sin definir la serie de la que forma parte”, las mentalidades, la psicología social, lo efectivo.
La historia observa el todo en el que se construye el pasado. Pero ya no debemos ver la historia como un solo ente, en realidad son las historias. Dosse nos decía que “se debe renunciar a una historia global, poner en cuestión todo lo que pertenece al tiempo, todo lo que se ha formado en él”. El acontecimiento – explosivo, novedoso, sonoro-  es más de lo que ocurrió en una hora y minuto específico, las experiencias que construyen al individuo van más allá, son el resultado de un proceso inconsciente, ya no se trata de un trabajo sobre una investigación de momento, de la cristalización efectiva alrededor de un evento, sino de una plasmación del inconsciente colectivo y de la naturaleza humana revelada por un estudio serial. Los acontecimientos están constituidos por hechos, y los hechos determinan a los sujetos y los hitos, y todo se converge en un adviento social.
Sin embargo la historia no es una estructura estática – hecho que ya hemos mencionado varias veces-, es una figura que se mueve y que a su vez muta en todos sus aspectos, algunos días es una geografía, otro una psicóloga y así en un proceso interdisciplinar. Desde el acontecimiento sería el estudio de esos mecanismos rápidos, siempre en su lugar, siempre nerviosos e imprevisibles, mecanismos y estructuras que registran el día a día los acontecimientos que el mundo vive, algunas ocasiones en silencio, otras en el estruendo de las guerras, siempre presentes en la ejecución,  vivos, pretenciosos y abusivos. En las historias los acontecimientos se unen unos con otros, se unen sus protagonistas, sus acciones, sus experiencias, sus vacíos y sus silencios, y en ellos la masa y los grandes hombres son los directores de una orquesta rebelde (Braudel, 1968).
Todo acontecimiento se desarrolla en un tiempo corto, que luego puede alargarse, un tiempo corto en el que la vida se desarrolla y que puede ser el detonante de algo, una fracción que parece imprevista pero que es el resultado de una cadena de acontecimientos que puede llegar a ser igual de invisible o inconsciente. Empero cuando contemplamos la vida cotidiana, llena de acontecimientos, de explosiones, de accidentes mediocres nos damos cuenta que las palabas permiten tomar consciencia de las realidades que se vivían y sentían como una brisa.
1.2.4 Un Punto en el Grueso de las Letras: El Individuo en la Historia.
Bloch decía que “la comprensión de los fenómenos del presente nos sirve para el estudio de los acontecimientos casi idénticos que nos ofrece el pasado”. Los acontecimientos, todos ligados en una larga cadena nos dan una referencia de ida y de vuelta para entender situaciones y para buscarlas también en su pasado. Y para ello debemos ver el pasado en su principal protagonista, en el ser humano, ser humano que debe ser comprendido y no juzgado en esa vista al retrovisor. Hombres y mujeres que hacen parte de una masa anónima pero determinante en la vida histórica. Una masa que se conforma por liberi, milites y servi, según Duby, hombres que viven según su categoría, hombres que no se ven pero que en cada una de sus acciones forman parte de un resultado final de procesos y además conexiones más antiguas que forman al hombre global, a la sociedad, a la historia, un hombre que vive y que debemos buscar bajo el polvo de los archivos según Marc Bloch (Stone, 1981, septiembre).
En un principio la historia trabajaba para establecer hechos, y luego a partir de ellos se operaba dependiendo de las necesidades del investigador, estos hechos se fundamentaban principalmente en bases de historia económica y estadística. Ahora el cambio paradigmático fue gigante, pero a su vez con un destino más lógico, se centra en los creadores de las estadísticas y los números, el hombre, medida de la historia, su única medida, y más aún su razón de ser.
El hombre que nace en una historia, y que hace de esta lo que es nos muestra un comportamiento, una definición, unos pasos que son los que en definitiva nos darán cuenta de lo que ocurrió en el pasado, los hombres que pasan, los que se quedan, los que son líderes y los que son masas, todos nos ofrecen una ventana más que pertinente a antaño, y como nos dijo Bernard Shaw: “El hombre razonable se adapta al medio, el hombre no juicioso intenta adaptar el medio; de ahí que todos los profesos sean obra de imbéciles” (Febvre, 1999). La historia se compone de todo un conglomerado de individuos que nos dan pie a diferentes niveles de ver la historia, desde cualquier parte de la pirámide. Plus a los hombres sus resultados son importantes y por ello ramas como la filología han trabajado en la ciencia de los productos del espíritu humano, humanos que se crean en la conciencia colectiva y pueden ser catalogados nuevamente en: Especialistas de la oración, especialistas en combate y especialistas en la producción.
En los individuos una figura se realza, y es la de los intelectuales, quienes en sus obras reflejan los conflictos, las contradicciones, los sueños de la minoría dirigente. Esta minoría quiere actualizarse, quiere ser moderna, tener su lugar en el mundo. Los intelectuales son la basa fundamental del desarrollo de la época, son los revolucionarios, quienes traen los avances a sus pueblos, son el puente entre aquello que se crea lejos de casa y su propias tierras. Sin embargo los intelectuales no son la única pieza fundamental en el desarrollo de las sociedades y de las masas anónimas. En ella la mujer aparece en un papel puesto en el trastero, pero que posee una gran importancia. La mujer, en su rol de madre, esposa, hermana y maestra de sus hijos, el elemento en torno al cual se cohesionaba la familia. La casa se convierte en el espacio eminente femenino, la órbita del hombre es la política, los negocios, las esferas públicas (Castro, 1996). En una masa anónima la mujer aparece como la principal organizadora de ella, la mujer es la cabeza de la familia, su dominatriz, y por ello es el principal factor de formalización de la sociedad y de sus individuos que nacen y desarrollan en ella. Las mujeres se conforman a su vez como el sostén de la iglesia, el centro de la casa y la encargada de las relaciones de la familia con el mundo exterior (Aries & Duby, 1991). Todas estas responsabilidades generan que a posteriori el rol de la mujer evolucione y se genere un tipo de masculinización de ella en relación al tipo de papeles que jugará en los desarrollos técnicos y organizativos. Una apreciación de la función de la mujer la podemos encontrar en su colaboración en la prensa y la producción en la mecánica editorial, como en el Papel Periódico Ilustrado en el que ellas cumplían una función importante en su desarrollo y producción.
1.2.5 Bola de Cristal: La Ciudad y la Civilización
Empero, como hemos venido desarrollando, el individuo es el engranaje fundamental en el desarrollo de la historia, pero el individuo no se fundamenta en sí mismo como única pieza, es por ello que observar la civilización, y la ciudad es menester. Braudel nos anunciaba esta necesidad: “ir hasta las bases mismas de la vida de los hombre”. Debemos hacer acercamientos a la realidad social, una historia de las necesidades, de las satisfechas y las no satisfechas. En este proceso la civilización es lo que el hombre ya no olvida, pero son mortales como la masa que en ella se desarrolla, las civilizaciones nacen, se desarrollan y mueren. La civilización es el medio natural, transformado por el hombre, el cual es el único artesano de la civilización física. Pero debemos comprender que la civilización no es comprensible sin un conocimiento de sus itinerarios ya recorridos, de sus valores antiguos. En este sentido debemos observar los componentes y las estructuras de larga duración, que tienen rasgos distintivos y originales en su formación. Estas estructuras convergen en un espacio que se vuelve hostil  a la incorporación de nuevas aportaciones culturales que pongan en la palestra una de sus estructuras antiguas (Braudel, 1978).
Y en una civilización, las ciudades son siempre motores en movimiento. Es por ello que se asume la ciudad como la llave entre la región y el mundo exterior, pero también como la clave en los procesos de integración de los territorios como Estado-Nación.
La civilización, la ciudad y la sociedad “forman un todo. No creo que sea posible disociar lo político de los económico o de lo cultural.” (Dosse, 1988). Es por ello que debemos mirar el todo en una sociedad para poder llegar a lo más interno de ella, una sola visión solo nos permitirá ver destellos de lo que realmente se construye en el contexto del hombre.
Este contexto dominado por tres categorías: El laicismo, la ciencia y la religión. Sociedad en la que las instituciones políticas, eruditas y eclesiásticas se especializan esporádicamente (Le Goff, 1985).  [3]
Es en las ciudades donde se concentran las redes de comunicación, y es donde las estructuras cobran su vida, en la convergencia entre ambas en las que se entiende una organización, una coherencia, una relación entre realidades  y masas sociales. Por ello una institución solo alcanza su sentido plenamente humano cuando se la vincula con las forjadoras de masas, como las corrientes intelectuales, sentimentales o místicas; cuando se le relaciona con la mentalidad de la época que vio su nacimiento y expansión (Bloch, 2008). En él, el acontecimiento, se fundamenta con una explicación más larga y profunda en las estructuras sociales. Es en este punto donde las estructuras de larga duración se fundamentan en el desarrollo de la cortísima duración de los acontecimientos y las costumbres, que son volubles en su temporalidad y locación, pero que se revelan más fuertes que la ley (Aries & Duby, 1991). Las costumbres son así manifestaciones genéricas del hombre; el costumbrismo es tipista, quiere lo representativo, lo voluptuoso, lo sobresaliente o vistoso fuera de su visión principal. Su preocupación primaria fue siempre su circunstancia histórico-social, plasmada en la vida de quienes realizan esa historia y articulan la sociedad (Instituto Colombiano de Cultura, 1979).
Podemos ejemplificar la temática desde la visión de la biblioteca, que aparece como un lugar especializado, que se forma como una estructura de larga duración, pero que en su interior se forja de acontecimientos y costumbres, donde algunos conceptos e ideas se mantienen por largas extensiones, y llegar a pensar fuera de ellas es atentar contra una fundamentación clave de la sociedad, sin embargo, en otros momentos los cortos periodos de tiempo modifican constantemente las informaciones que salen a la luz. Este tipo de estructuras conforman la organización de los espacios para establecer las costumbres, los comportamientos éticos y religiosos (Castro, 1996). Espacios que se definen en la línea entre lo público y lo privado.
1.2.6 ¿Dentro o Fuera de la Casa?
Desde una visión política, lo privado es aquello que escapa del control del estado, y durante las revoluciones su significado se altera para ser faccionario, y la intimidad era comparada al secreto que insta la conspiración. Sin embargo, el carácter privado se fue politizando, ergo, asumió un significado público. Este sentido se caracteriza en la consecuencia de medición del patriotismo. Por ello aparecen símbolos públicos en lo privado (Aries & Duby, 1991).
En la misma medida de lo público y lo privado aparecen el estado y la iglesia, quienes luchan por controlar la vida privada y los rituales públicos. Esto hizo que muchas tradiciones trascendieran los límites entre lo uno y lo otro. Sin embargo, la única manera en que se logra una apreciación hacia cualquier instancia es mediante el respeto a la existencia particular de la forma privada.
1.2.7 Las Letras, los Pensamientos y las Ideas
Pero existe un punto en el cual todas las cosas surgen de manera espontánea, veloz, clara y evidente. Es en la comunicación el lugar en el que las estructuras, la sociedad, la historia, las masas y los individuos se forjan, varían de los diferentes sistemas, tiempos y ubicaciones.
Las primeras relaciones que podemos apreciar nacen entre la comunicación, los escritos y la historia. En primera instancia, desde Annales, debemos observar las investigaciones alrededor de las estructuras mentales, estados de ánimo, todo un complejo psicológico formado en el mundo. El porqué es importante observarlo se basa es en las masas que determinan la sociedad, masa que se compone de individuos que se determinan por una disposición mental a través de diversos signos: gestos rituales, pero también palabras. En los trabajos historiográficos, el vocabulario nos presenta una faustuosa documentación para determinar una psicología social de las masas. El lenguaje puede trasladarnos infinidad de anotaciones e información cuando es espontánea y pasional. Nos lleva a observar, describir e intentar entender las representaciones mentales y las conductas de los hombres del pasado (Duby, 1978).
La historiografía como la antropología y la psicología se basan en la ciencia de las comunicaciones, según Leví-Strauss: comunicación de bienes y servicios, comunicación de mujeres con sus normas de parentesco, comunicación de mensajes a través del lenguaje y del sistema simbólico. En la masa, cada resultado individual se inscribe en una red cuyos elementos depende estrechamente unos de otros, y cuya dinámica forma la historia en un momento dado (Le Goff, 1985).
Empero, es a su vez importante observar la información en el desarrollo comunicativo, principalmente cuando se liga con las estructuras. En principio, la información cobra un sentido especial cuando se da en el instante preciso, permitiendo liberar sus fuerzas y desplegarse por mucho más tiempo que el de un chisme (Benjamin, 2008). En la información dos posibilidades se abren para observar los acontecimientos que determinan las funcionalidades de los individuos. En primera instancia la información vista como documentos, son las huellas[4], es decir, la marca que ha dejado un fenómeno, y que nuestros sentidos perciben. Solo el pasado permite ver aquello que quiera entregar (Bloch, 1952). Pero también está la información de desarrollo instantáneo, esa que solo sirve por un corto y específico periodo de tiempo. Ejemplo de ella es la prensa[5] y las publicaciones periódicas, las cuales se desarrollan basándose en referencias instantáneas de sucesos que acarrean velocidad en la entrega y actualización.  
La comunicación se fundamenta en tres ritmos: el rápido de las emociones de momento, de la coyuntura, del rumor de la pequeña frase en resonancias esporádicas; le sigue la evolución de los comportamientos y creencias compartidas por un grupo social determinado; en una más larga duración, la comunicación se da en los cuadros mentales más residentes a los cambios, la herencia cultural, el sistema de creencias o modelo de comportamiento que perdura más allá de lo factual (Dosse, 1988).
En este punto la figura de un narrador es fundamental para las vías de la comunicación, pero en realidad es una concepción figurada que puede ser cumplida por un individuo o varios, e incluso los objetos son narradores activos del presente y del pasado.
En un primer momento la transmisión se presenta de boca en boca, empero los textos se convierten en pretextos, la exterioridad de lo que se hace con respecto a lo que se dice, y el desvanecimiento de una esfera en la que una fuerza se articula en un lenguaje, la movilidad del discurso en una esfera social (Le Goff, 1985). En él, la escritura y la imagen[6] se fundamentan en la expansión discursiva generando diferentes significaciones. Un ejemplo de la capacidad de la comunicación se da en la función de los medios para crear o deshacer rumores (periódicos), “para que el error de un testigo venga a ser el de muchos hombres, para que una observación equivocada se metamorfosee en falso rumor, es necesario que el estado de la sociedad se favorezca de esa difusión.” (Bloch, 1952).  Nadie duda cuando todos los demás creen, menos se duda aun cuando una opinión tiene apoyo institucional y moldea el comportamiento.

En definitiva podemos apreciar que el desarrollo de una base teórica que se adapte a la base histórica nos permite una visión general de mayor profundidad debido a que pone nombres a las concepciones comunes de la investigación, es por ello que es de vital importancia la revisión de los documentos como fuente de investigación en referencia la mecánica editorial en un periodo particular con necesidades particulares que se va desenvolviendo en función a categorías y temáticas.



[1] Don Manuel del Socorro: A nuestro primer bibliotecario se le conoce también como el fundador del periodismo colombiano.
[2] Según Le Goff: una representación de conjunto integrada a la totalidad de una visión del mundo. La ideología encuentra una expresión a veces más directa y más grávida en las articulaciones de signos vitales.
[3] Al igual que el ser humano, un mismo movimiento organiza la sociedad, y las ideas que en ella circulan. Un cambio social es al igual que en el hombre, una modificación biológica.
[4] Según Walter Benjamin, las huellas es lo registrado por el recuerdo, la escritura de la historia.
[5] Bloch: Fuentes narrativas, los relatos deliberados dedicados a la información de los lectores.
[6] Según Duby, la imagen nunca es fiel puesto que se está siempre influida por el juego de un conjunto complejo de representaciones mentales.

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