Plebicito Guerra en Colombia
Pasado ya un buen tiempo desde el dos de octubre de 2016, fecha en la cual los
colombianos se reunieron en “masa” para votar entre el sì y el no frente a los acuerdos
acordados con las FARC en Cuba, las reacciones fueron muchas, positivas como
negativas, e incluso de indiferencia, pues se convirtiò en una competencia el ejercicio de
democracia màs importante de las últimas décadas.
colombianos se reunieron en “masa” para votar entre el sì y el no frente a los acuerdos
acordados con las FARC en Cuba, las reacciones fueron muchas, positivas como
negativas, e incluso de indiferencia, pues se convirtiò en una competencia el ejercicio de
democracia màs importante de las últimas décadas.
Los del No, -que quedaron como “ganadores”- celebraron frente al paìs y al mundo como
si de la final de la copa mundo se tratase; y los del sì, -que “perdieron”- se escudaron
en majaterìas, insultos e infantilismos pseudoracionalizados que intensificaban dicha
separaciòn conceptual entre ambos grupos, pues se convirtieron en algo màs:en
enemigos, por lo menos el primer dìa postplebiscito.
si de la final de la copa mundo se tratase; y los del sì, -que “perdieron”- se escudaron
en majaterìas, insultos e infantilismos pseudoracionalizados que intensificaban dicha
separaciòn conceptual entre ambos grupos, pues se convirtieron en algo màs:en
enemigos, por lo menos el primer dìa postplebiscito.
Muchas son las reacciones especìficas sobre el hito, desde noticias, videos, amenazas
hasta ataques indirectos por parte de quienes apoyaban a otros. Un ejemplo de esto
fueron las medidas tomadas en Cùcuta, en donde el alcalde, frustrado por los resultados
de su ciudad, decidiò atacar a sus ciudadanos multando todo lo que fuera multable por
la ley, trayendo inclusive màs uniformados para que esta labor titànica se cumpliera sin
contratiempos.
hasta ataques indirectos por parte de quienes apoyaban a otros. Un ejemplo de esto
fueron las medidas tomadas en Cùcuta, en donde el alcalde, frustrado por los resultados
de su ciudad, decidiò atacar a sus ciudadanos multando todo lo que fuera multable por
la ley, trayendo inclusive màs uniformados para que esta labor titànica se cumpliera sin
contratiempos.
Entre algunas informaciones que se consiguen podemos encontrar una reciente, en la
que se expone una “Alerta en Colombio por accionar de frente disidente de las FARC”,
la cual manifiesta una de las principales preocupaciones del postplebiscito, es que la
guerra volviera, logrando poner en tensiòn el hecho de querer o no la paz.
que se expone una “Alerta en Colombio por accionar de frente disidente de las FARC”,
la cual manifiesta una de las principales preocupaciones del postplebiscito, es que la
guerra volviera, logrando poner en tensiòn el hecho de querer o no la paz.
En contra posiciòn, una postura màs positiva nos habla del nuevo camino que se
tomaràn para replantear la aprovaciòn de los acuerdos, la cual no serìa mediante un
plebiscito sino mediante un referendo a cabildos abiertos, lo cual tendrìa diferentes
formas de ejercicio jurídico, a diferencia del que se realizò, pero que de una u otra
manera nos permite apreciar que la fe todavìa no se ha perdido del todo.
tomaràn para replantear la aprovaciòn de los acuerdos, la cual no serìa mediante un
plebiscito sino mediante un referendo a cabildos abiertos, lo cual tendrìa diferentes
formas de ejercicio jurídico, a diferencia del que se realizò, pero que de una u otra
manera nos permite apreciar que la fe todavìa no se ha perdido del todo.
Frente a la cuestión de la legitimidad que surgió luego de los resultados del plebiscito,
fueron muchas las acusaciones que afirmaban que se habían comprado jurados,
cuestionamientos frente a la legitimidad y la validadez de su aplicación, (hecho que fue
argumento por parte del NO antes de la votación y argumentos del sí después), sin
embargo, la Corte Constitucional afirma que el plebiscito fue completamente legal.
fueron muchas las acusaciones que afirmaban que se habían comprado jurados,
cuestionamientos frente a la legitimidad y la validadez de su aplicación, (hecho que fue
argumento por parte del NO antes de la votación y argumentos del sí después), sin
embargo, la Corte Constitucional afirma que el plebiscito fue completamente legal.
Cuando los del sí decidieron insultar la decisión del plebiscito, sólo reveló una verdad en
la sociedad, y es que tenemos una incapacidad para comprender que hay un otro, un
otro que al igual que nosotros estaba seguro de su decisión, y al igual que muchos,
votaba por convicción idealista y no por argumentos sustentables. En este aspecto,
“La puya”, con su discurso determinó que el plebiscito sacó la peor porquería de Colombia y
“Los del Sí se confiaron, la campaña del No mintió, las Farc se burlaron de las víctimas
y 22 millones no salieron a votar.
¿Vamos a dejar este circo así como está?”.
la sociedad, y es que tenemos una incapacidad para comprender que hay un otro, un
otro que al igual que nosotros estaba seguro de su decisión, y al igual que muchos,
votaba por convicción idealista y no por argumentos sustentables. En este aspecto,
“La puya”, con su discurso determinó que el plebiscito sacó la peor porquería de Colombia y
“Los del Sí se confiaron, la campaña del No mintió, las Farc se burlaron de las víctimas
y 22 millones no salieron a votar.
¿Vamos a dejar este circo así como está?”.
Desde la política internacional no se han hecho esperar reacciones, quizá una de las
más imparciales fue la del expresidente español Aznar, quien comentó que, sin importar
el resultado, es importante que se surjan consecuencias políticas para que haya un
respeto a la soberanía que ejercieron los ciudadanos en el campo participativo. Desde
otro punto, no faltaron quienes no lograron resistir el hecho de que gana la mayoría y
no gana la idea subjetiva de que el bien es lo que yo creo que es, por tanto, con la
reciente victoria en Estados Unidos de Trump, sobraron los titulares y comentarios que
aglutinaron el Brexit, el plebiscito y Trump, definiendo el espectáculo del miedo como
resultado de dichas votaciones, en las que a su vez afirmaban especulativamente la
ignorancia del pueblo por tomar dichas decisiones. Otro momento importante
postplebiscito fue cuando Santos se presentó a su majestad la Reina Isabel II en la que
en palabras explícitas dice “Primero acepté el veredicto del plebiscito, a pesar de que
la diferencia era mínima, solamente del 0,4 %, y fue el resultado de una estrategia
basada en desinformación y mentiras como fue admitido por el gerente de la campaña
del no”, sin embargo, esto logró que Gran Bretaña diera una ayuda económica a
Colombia para ayudarlo en su proceso de búsqueda de la paz.
más imparciales fue la del expresidente español Aznar, quien comentó que, sin importar
el resultado, es importante que se surjan consecuencias políticas para que haya un
respeto a la soberanía que ejercieron los ciudadanos en el campo participativo. Desde
otro punto, no faltaron quienes no lograron resistir el hecho de que gana la mayoría y
no gana la idea subjetiva de que el bien es lo que yo creo que es, por tanto, con la
reciente victoria en Estados Unidos de Trump, sobraron los titulares y comentarios que
aglutinaron el Brexit, el plebiscito y Trump, definiendo el espectáculo del miedo como
resultado de dichas votaciones, en las que a su vez afirmaban especulativamente la
ignorancia del pueblo por tomar dichas decisiones. Otro momento importante
postplebiscito fue cuando Santos se presentó a su majestad la Reina Isabel II en la que
en palabras explícitas dice “Primero acepté el veredicto del plebiscito, a pesar de que
la diferencia era mínima, solamente del 0,4 %, y fue el resultado de una estrategia
basada en desinformación y mentiras como fue admitido por el gerente de la campaña
del no”, sin embargo, esto logró que Gran Bretaña diera una ayuda económica a
Colombia para ayudarlo en su proceso de búsqueda de la paz.
Es meritorio de análisis el poder que la iglesia Cristiana ejerció sobre las cabezas de
sus feligreses. Desde febrero de 2008, cuando millones de personas salieron a las
calles para protestar contra las Farc, en Colombia no se habían vuelto a ver
movilizaciones tan multitudinarias como las que tuvieron lugar el 10 de agosto,
cuando la comunidad cristiana evangélica se volcó a las calles para protestar contra
los manuales de convivencia escolar que buscan evitar la discriminación sexual.
Esas marchas mostraron la capacidad de convocatoria y organización de una comunidad
que ha venido creciendo desde los años noventa y que representa alrededor del 20
por ciento de la población nacional: casi 10 millones de fieles. Estas características los
han convertido en un grupo con capacidad de negociación y movilización para convertirse
en una fuerza política; el voto evangélico fue decisivo. La cercanía de Uribe con la
misión carismática es vigorosa. Su influencia en una de las Iglesias más grandes del
país le ha valido el apoyo de César Castellanos, pastor y fundador de la MCI, quién le
otorgó cerca de 150.000 votos. Uribe y sus secuaces supieron aprovechar la coyuntura
reciente –incluso el debate sobre las cartilla– para acercarse a los evangélicos. A pesar
de ser inicialmente un tema puramente político, el plebiscito se ha convertido en algo
emocional que movió fibras y que en este escenario ha logrado trascender al terreno de
la fe.
sus feligreses. Desde febrero de 2008, cuando millones de personas salieron a las
calles para protestar contra las Farc, en Colombia no se habían vuelto a ver
movilizaciones tan multitudinarias como las que tuvieron lugar el 10 de agosto,
cuando la comunidad cristiana evangélica se volcó a las calles para protestar contra
los manuales de convivencia escolar que buscan evitar la discriminación sexual.
Esas marchas mostraron la capacidad de convocatoria y organización de una comunidad
que ha venido creciendo desde los años noventa y que representa alrededor del 20
por ciento de la población nacional: casi 10 millones de fieles. Estas características los
han convertido en un grupo con capacidad de negociación y movilización para convertirse
en una fuerza política; el voto evangélico fue decisivo. La cercanía de Uribe con la
misión carismática es vigorosa. Su influencia en una de las Iglesias más grandes del
país le ha valido el apoyo de César Castellanos, pastor y fundador de la MCI, quién le
otorgó cerca de 150.000 votos. Uribe y sus secuaces supieron aprovechar la coyuntura
reciente –incluso el debate sobre las cartilla– para acercarse a los evangélicos. A pesar
de ser inicialmente un tema puramente político, el plebiscito se ha convertido en algo
emocional que movió fibras y que en este escenario ha logrado trascender al terreno de
la fe.
Otro campo muy interesante que se puede observar, es el empresarial. Los acuerdos
tenían consecuencias económicas en el país, que no se sabrá si eran o no negativas,
sin embargo, los empresarios siguen en una búsqueda de la firma de un acuerdo,
puesto que el limbo económico es evidente, y es importante solucionarlo, para ello
apelan a todos los actores involucrados.
tenían consecuencias económicas en el país, que no se sabrá si eran o no negativas,
sin embargo, los empresarios siguen en una búsqueda de la firma de un acuerdo,
puesto que el limbo económico es evidente, y es importante solucionarlo, para ello
apelan a todos los actores involucrados.
En una visión más holística de la situación, podemos encontrar que realmente el
plebiscito sí dio una muestra de quienes somos, “Los del SÍ pecamos por soberbios y
vanidosos. Amparados por el respaldo de varios intelectuales de la escena local y global,
por la opinión internacional, nos sentimos superiores y en esa falsa superioridad,
menospreciamos a los contradictores y dimos por sentada la victoria que no fue.”, y
“Los del NO mostraron su verdadero rostro. Unos pocos, que genuina e ingenuamente
sentían que el acuerdo no estaba a la altura de lo que la justicia exigía...La gran
mayoría, incitados por el miedo, con argumentos idiotas, mentirosos y carentes de
fundamento, fueron llevados como borregos al matadero y cuando se dieron los
resultados, celebraron. ” Hay algo claro después de todo esto y es que no sabemos
qué pudo haber sido de la victoria del sí, pues esta nunca llegó, y aquello que sí
pudimos observar por la manera tan abrupta en la que sobresalió fue el odio, el no
saber perder, el no querer entender que la diferencia existe, el poder que aún ejerce
la iglesia sobre el pueblo. No fue haber ganado el sí o el no, fue el deterioro de vínculos
de amistad, el deterioro de famílias, amenazas de despidos, cualquier tipo de violencia
simbólica que se pueda referenciar.
plebiscito sí dio una muestra de quienes somos, “Los del SÍ pecamos por soberbios y
vanidosos. Amparados por el respaldo de varios intelectuales de la escena local y global,
por la opinión internacional, nos sentimos superiores y en esa falsa superioridad,
menospreciamos a los contradictores y dimos por sentada la victoria que no fue.”, y
“Los del NO mostraron su verdadero rostro. Unos pocos, que genuina e ingenuamente
sentían que el acuerdo no estaba a la altura de lo que la justicia exigía...La gran
mayoría, incitados por el miedo, con argumentos idiotas, mentirosos y carentes de
fundamento, fueron llevados como borregos al matadero y cuando se dieron los
resultados, celebraron. ” Hay algo claro después de todo esto y es que no sabemos
qué pudo haber sido de la victoria del sí, pues esta nunca llegó, y aquello que sí
pudimos observar por la manera tan abrupta en la que sobresalió fue el odio, el no
saber perder, el no querer entender que la diferencia existe, el poder que aún ejerce
la iglesia sobre el pueblo. No fue haber ganado el sí o el no, fue el deterioro de vínculos
de amistad, el deterioro de famílias, amenazas de despidos, cualquier tipo de violencia
simbólica que se pueda referenciar.
Bibliografía
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- http://sostenibilidad.semana.com/opinion/articulo/la-colombia-que-descubrio-el-plebiscito/36411
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- campana/494042
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- plebiscito-y-donald-trump-la-crisis-de-la-democracia/16746714 [Accessed 15 Nov. 2016].
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